lunes, 24 de enero de 2011

Recuperando más de un año después.

  Desde mi última entrada, allá por Noviembre de 2009, todo ha cambiado tal y como lo dejé por aquel entonces.

  Prácticamente días después de aquella última salida relatada, un compañero de ForoMTB, ponía en venta un cuadro que yo llevaba tiempo queriendo tener. Busqué un favor, y me la jugaron, ¡bién jugada!. Aquella persona a la que pedí el favor, compinchada con el forero en cuestión, me hicieron creer que al final vendieron el cuadro a otra persona, ajena al foro y demás. Lógicamente me disgustó, pero lo dejé pasar y no le di más vueltas.

  Un par de semanas después, mi madre me llama, y me dice que ha llegado una caja grande a casa de mi abuela. Yo sin enterarme de nada, le dije que iba para allá y que veríamos que era. Cuando llego y abro el paquete, todas las palabrotas cariñosas que podáis imaginaros, las mentalicé y mandé a esos dos individuos, alias "El nocillas" y "El Cajitas". Era el cuadro, y venía aderezado con una carta por parte de "El Cajitas".

   Tras varios días de coñas varias por partes de ambos, no pude si no ponerme a buscar el resto del material necesario. No voy a relatar todo ese proceso, porque prácticamente se alargó desde Noviembre hasta Febrero, y aún en Abril de 2010 estaba recopilando piezas.

   Lo siguiente que hice, fue dar tal vez uno de los grandes pasos en este mundillo. Me deshice de mi Cannondale Prophet. Compañera de todas las salidas aquí relatadas, y de muchas otras que no he colgado. Costó venderla pero se vendió todo. Con el dinero que recaudé de su venta, monté con bastantes buenos componentes la rígida. Sid Team, bielas Rotor, ruedas ligeras... Con un peso "final" de 9.49kg, con pretensión de ser sub9, pero que por los sucesos que luego ocurrieron, no llegaron a fraguarse.

  Estos sucesos, fueron 2 principalmente. Uno de ellos, un bajón moral que no me dejaba pedalear. Me sentía sin ganas de salir a sudar. Algo rutinario que muchos han pasado. Forzándome a mi mismo, salí un último día con el que ha visto más veces la rígida, Ollero. Esa última salida, fue la más fatídica de una larga lista en mi memoria. Salimos con la intención de hacer el circuito de la Maraton 2010 de Estepona. Apenas comenzada la subida hacia el carril de Altabacales, comenzó un dolor de rodilla que decidí que no debía forzar. Dimos la vuelta y nos dirigimos hacia los senderos de Al-Hadra.


 La bajada me fue terriblemente incómoda, demasiados amagos de caída, nada divertido. En un paso no demasiado complicado, me fui al suelo tontamente, sin consecuencia alguna. Justo después, mi estómago me la jugó y tuve que echar a correr ladera arriba para hacer necesidades mayores. Sin papel ni nada con lo que limpiarme, usé como pude lo que me rodeaba, y no diré el que. Al acabar, montándome ya en la bicicleta, a apenas 3 metros, mi cubierta delantera decide que antes no vi el suelo lo bastante cerca, así que sin previo aviso, derrapa y tortazo.

   Ya no me sentía agusto montado en esa bicicleta. Subiendo era un cañón, bajando, no me lo pasaba nada bien. Prefería mil veces la sensación de no controlar la bicicleta por ser grande, que la sensación de está rígida, demasiado nerviosa. Mi cuerpo estaba demasiado hecho a una doble cómoda, y me pasó factura.

  Los días posteriores, solo hacía mirar bicis de Enduro, 160, 180, incluso miré bicicletas de DH. Necesitaba un cambio, y lo necesitaba rápido. Charlando por MSN con mi amigo Adrián, me ofreció un fin de semana en su casa, un fin de semana de DH. Sin duda acepté, y busqué algún compañero que pudiera prestarme o alquilarme su bicicleta de DH. Al final, un forero de Málaga me alquiló su Intense M3 con un montaje bastante majo (muy majo, la verdad). El fin de semana elegido, fue el primero de Mayo, y como lo pactamos, llegué a Villa Nueva de Algaidas para cambiar de aires.

  Fueron unas jornadas muy productivas a nivel personal. Descargué esa sensación amarga de las últimas salidas con la Valwind, marca de la rígida, me lo pasé como un enano, salté cosas que nunca había saltado, me caí, me cansé moviendo 19kg de metal. Disfruté.

  Tras eso, estaba decidido a meterme un poco en ese mundo. Tal vez no con una DH puramente, pero si una doble de recorrido generoso, 180 o similar, que permitiera hacer mucho el canelo. Fue una búsqueda larga e infructuosa.

   Más o menos al mismo tiempo, se acercaba la hora de decidir qué iba a estudiar el siguiente año, tras el fracaso estrepitoso de conseguir plaza en el anterior curso. Miré mucho, aunque llevaba haciéndolo meses ya, pero nada en serio. Encontré uno que tal vez fuera lo que buscaba, un Ciclo Formativo en Mijas Costa, para ser técnico o guía de montaña. Senderismo, Ciclismo, Equitación y algo más. No pintaba mal, pero era a 80km de la familia, con 17 años y sin conocer a nadie allí.

  Mis "problemas" se multiplicaron. La bicicleta pasó a ser una moneda de cambio. Se puso en venta y decidí que intentaría convencer a mis padres para comprar una 125 para ir y venir de Mijas. No quería vivir solo allí, separado de todo lo que conocía y tenía. Como es obvio, mis padres se opusieron, aunque contradictoriamente mi padre tenga 2 motos y disfrute con ellas, pero en fin, ellos mandan.

   Tal vez os imanéis que acabó pasando, y si, acabé mudándome a Mijas, solo, sin saber qué me esperaba. Dejaba en Estepona todo, amigos, familia, y a la persona con la que actualmente llevo más de un año, Raquel, y desde luego no iba a ser fácil sobrellevarlo.

  Una semana antes de comenzar el curso estábamos llevando ropa y material al piso alquilado para el curso. Allí hay una tienda de bicis, y decidí acercarme a preguntar si había algo de trabajo, con pocas esperanzas. Sonó la campana. Necesitaban un chico para 2 días y medio, porque el mecánico se iba ese tiempo a una competición de BMX. Y allí estuve durante 1 mes más o menos, hasta que el jefe dijo que tal y como estaba la cosa, no le salía rentable pagar otro sueldo. Eso había sido mi escapatoria ese tiempo de adaptación, llegar de clases y a las 17:30 a trabajar me servía para mantenerme ocupado, pero cuando se acabó, tenía demasiado tiempo libre.

  Un tiempo que aún sigo intentando llenar, pero bueno, ya eso es otra cosa.

Y bueno, ahora, unos meses después, estoy entusiasmado con el curso. Todas las semanas hemos salido en bicicleta, hemos hecho acampada, hemos estado 3 días de bicicleta durmiendo en albergue, hemos hecho prácticas guiando a grupos de 1º de la ESO enseñándoles a cuidar el Medio Ambiente, y nos queda muchísimo por hacer. Todos compartimos en el curso el mismo hobby, la naturaleza, y nos compenetramos muy bien. Aunque aún hoy me cuesta algunos días motivarme para seguir en el curso, cada día en él, me hace sentirme mucho mejor. Nos hacen pruebas físicas con la bicicleta, pruebas técnicas, exámenes, y eso hace florecer la vena competitiva que desde la primera Maraton de Estepona tenía algo más grande.

  Esta entrada es un "pequeño" resumen de este año y pico olvidado del blog, el cual hará mucho que nadie visita, ni siquiera yo, sinceramente. Ahora espero poder narrar algunas salidas más dentro del curso, compartir inquietudes, y que no solo sea para escribir las crónicas de esas actividades.

  No os aburro más y me despido, no sin antes daros las gracias a los que algún día habeis pasado por aquí y a los que os paseis nuevamente.

Un gran abrazo a toda la familia amante de las montañas.